19 agosto 2008

Los fantasmas de Edimburgo - Eloy M. Cebrián

Título: Los fantasmas de Edimburgo
Autor: Eloy M. Cebrián
Editorial: El tercer nombre
Género: Narrativa
Año de publicación:
2008
477 págs.


Novela finalista en 2007 de los premios Fernando Lara y Herralde

Sinopsis:

Al profesor Luis Miguel Ortiz, protagonista de esta historia, no le van bien las cosas. O al menos no le suceden cosas normales desde el día en que un perro callejero eligió su aula para vaciar su estómago y, poco después, fue sorprendido en su despacho en medio de una situación comprometida.

A partir de ahí su vida, expuesta sin pudor, cobra la forma de un descenso a los infiernos, con parada en la fantasmal ciudad de Edimburgo, donde tendrá lugar el encuentro con El Ladillas, agente de su destrucción, y conocerá el lado más oscuro de la existencia en el transcurso de un alucinante y alucinado verano.

Zigzagueante, divertida, obscena, hilarante, meticulosamente incorrecta, Los fantasmas de Edimburgo constituye un festín de situaciones desaforadas e imprevistas, una bofetada en el rostro de los bienpensantes y un ejercicio de maestría narrativa, que provoca por igual la carcajada y la reflexión, el asombro y el escándalo, pero nunca la indiferencia del lector.

De lo mejor que ha caído en mis manos en bastante tiempo. Eloy M. Cebrián es un magnífico narrador y crea en este libro dos personajes de los que ya no se hacen. El narrador de la historia y a la vez principal protagonista de la misma, Luis Miguel Ortiz es un brillante y prometedor profesor de Literatura Norteamericana, esposo modélico y padre ejemplar, lameculos profesional, trepa, homófobo, xenófobo, capaz de pasar por encima de quien sea con tal de conseguir lo que se propone -incluso de su madre- pero a la vez irónico y mordaz. Ben El Ladillas es un magnífico personaje secundario en esta historia, pero fácilmente se puede escribir otro libro e incluso una serie con todo lo que este tipejo tiene montado en Edimburgo.

Cebrián no deja títere con cabeza y ya sea implícitamente o explícitamente tiene para todos, los chanchullos en las universidades, los favores políticos, la hipocresia de la sociedad, etc., etc.

El libro está dividido en tres partes, en las dos primeras nos describe como ha sido la vida de Luis M. Ortiz desde su infancia hasta que llega a ser profesor de Literatura en una universidad. En la tercera parte nos habla de lo que le aconteció en su viaje a Edimburgo.

Este libro es diferente a todo (o casi todo) a lo que hayan leído. Si ustedes no tienen ningún reparo en que en una obra literaria se utilice un lenguaje un tanto obsceno, si son de los que no se escandalizan ante situaciones poco o nada convencionales, cuando lean este libró pensarán que habrá merecido la pena, que han descubierto a un muy buen escritor y a un gran personaje.

Como parte negativa reconozco que no se lo recomendaría a cualquiera, es más, solamente se lo recomendaría a un determinado tipo de lector, aquellos que no tengan prejuicios, son muy pocos los lectores que están preparados para leer un libro como este y es una verdadera lástima porque no saben lo que se pierden.

El propio autor nos anticipa con una cita del doctor House lo que nos vamos a encontrar en este libro: "Las buenas historias son siempre guarras". Y efectivamente, la historia que nos cuenta en este libro es guarra pero absolutamente genial

6 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tus opiniones, Antero. Para mí "Los fantasmas de Edimburgo" ha sido sin la menor duda la lectura del verano, y considero al autor una auténtica revelación. Es curioso que alguien que ha escrito sobre todo novela juvenil se descuelgue con un libro tan radical como este. Ahora estoy tratando de hacerme con otra novela suya no juvenil, "El fotógrafo que montaba belenes", pero me está costando trabajo. Es una pena que autores de esta calidad y con tantas cosas que decir no estén en primera línea en las mesas de novedades de las librerías. Pero está claro que la industria editorial ya no es más que eso, una industria, y que lo que triunfa son los productos de consumo masivo, que difícilmente pueden interesar a un auténtico lector.
    A lo que has dicho, añadiría tal vez, por si a alguien le queda duda, que "Los fantasmas de Edimburgo" es una novela enormemente divertida, que uno se ríe sin parar, aunque sea con esa risa amarga, la que nace de la certeza de que las cosas que cuenta el protagonista del libro, por terribles y descarnadas que suenen, son la pura verdad. Me apunto este blog desde ya. Un saludete.

    ResponderEliminar
  2. Supongo que no tendría grandes problemas para encontrar ese libro de Cebrián en alguna librería de Albacete, si sigues teniendo interés y no lo encuentras, me puedes dejar un mensaje y vemos la forma para que pueda enviártelo.

    Efectivamente así es, la novela es tremendamente divertida, un humor un tanto amargo, pero humor al fin y al cabo

    Gracias por pasar por aquí, se agradecen todas las visitas.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Pues muchas gracias por la sugerencia, Antero. Acabo de encontrarla en la web de Popular Libros, que parece parece una librería bastante solvente. Por cierto, el título correcto era "El fotógrafo que hacía belenes". La sinopsis del argumento parece que promete. Ya contaré algo cuando la lea. Un saludo y gracias de nuevo.

    ResponderEliminar
  4. Conozco muy bien esa librería pues llevo comprando libros allí para las distintas bibliotecas en las que he trabajado más de 10 años. Es una librería muy solvente, de las mejores de la ciudad.

    Leí "Bajo la fría luz de octubre", "El fotógrafo que hacía Belenes" no lo tengo ni en la biblioteca, será cuestión de comprarlo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. ¿Qué tal está Bajo la fría luz de octubre? ¿Esa no es más bien para niños? Así desde lejos, el título me suena un poco moña.

    ResponderEliminar
  6. Siento la tardanza en contestar a este comentario pero lo acabo de encontrar al ir a buscar la referencia sobre este libro que actualmente estamos leyendo en el Club de lectura.

    Leí hace tiempo Bajo la fría luz de octubre. No es para niños, más bien para jóvenes o adultos con pocas ganas de leer algo complicado. Es una historia ambientada en la Guerra Civil y posguerra. Una novela especialmente recomendable para jóvenes que quieran leer algo sobre la Guerra Civil, aunque desde el punto de vista repúblicano, no trata muy mal al otro bando

    ResponderEliminar

Entradas populares