Título: De parte de la princesa muertaTítulo Original: De la part de la princesse morte Autora: Kenizé Mourad
Editorial: Muchnik
Género: Novela histórica
Año de Publicación: 1988
582 págs.
Descargar el libro De parte de la princesa muerta
La princesa Selma, exiliada de Turquía cuando todavía era una niña, emprendió un camino de sorpresas e inquietudes que la llevó del Líbano a la India y concluyó con su llegada a Francia al comienzo de la segunda guerra mundial. Fue una vida fugaz, dramática y, sin duda, tan extraordinaria como fascinante. En París dio a luz una hija que sería su fruto más valioso: la autora de este libro.
Editorial: Muchnik
Género: Novela histórica
Año de Publicación: 1988
582 págs.
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La princesa Selma, exiliada de Turquía cuando todavía era una niña, emprendió un camino de sorpresas e inquietudes que la llevó del Líbano a la India y concluyó con su llegada a Francia al comienzo de la segunda guerra mundial. Fue una vida fugaz, dramática y, sin duda, tan extraordinaria como fascinante. En París dio a luz una hija que sería su fruto más valioso: la autora de este libro.
De todos los libros leidos en nuestro club de lectura es éste sin duda el que más división de opiniones ha originado entre los miembros, pues a una parte ha gustado mucho y a otra parte, entre los que me incluyo, nos ha parecido un libro muy prescindible.
Una novela que según cuentan en su día fue un éxito de ventas. Sinceramente no logro entender la razón porque me ha parecido excesivamente lenta, un exceso de detalles innecesarios y en otros pasajes no termina de situar bien los hechos, se deja notar en demasía que Kenizé Mourad es más periodista que escritora.
ResponderEliminarLeyendo este libro he llegado a la conscluisón de que Selma es una princesa consentida acostumbrada a hacer y deshacer a sus anchas hasta el punto de por puro egoismo -su hija la llama enamoramiento- pone en peligro de la niña que lleva dentro.
Este libro tiene una segunda parte, que según cuentan, es todavía más pesada de leer que ésta. Espero no tener la desgracia de leerla