

Autor: Fernando Marías
Editorial: Destino
Colección: Áncora y Delfín
Género: Narrativa
Año de publicación: 2001
504 págs.
Premio Nadal 2001
El mal, la tortura, el endemoniado testamento de un hombre que parece mover los hilos de las vidas de los demás y la violencia que engendra la dictadura de los Coroneles en la isla caribeña de Leonito, son los ejes de la trama de esta novela que se plantea como una constante resolución de enigmas. A partir del encargo que recibe Luis Ferrer de entrevistar a un guerrillero indio se desarrolla una trama que transcurre en escenarios tan diversos com el París de la Resistencia, la Alemania Nazi o la montaña Sagrada de los indios de Leonito.... Dos hombres, dos destinos cruzados: el perverso Lars y el impostor ciudadano Laventier son los grandes protagonistas de una historia turbadora que consigue apretar las teclas exactas de la intriga. Será a través de Luis Ferrer que el lector conocerá a estos inolvidables personajes.
Fernando Marías cuenta los secretos de El niño de los coronelesCrítica de la obra en El Mundo
Novela realista aunque ambientada en un país ficticio de Latinoamérica, Leontino, escrita con magistral dominio del lenguaje, el autor nos adentra en el sórdido mundo de la represión militar, la tortura, el chantaje, la ignominia y la vileza que puede alcanzar el ser humano. Tiene como protagonista principal a un reportero cuyo periódico le envía a ese país para entrevistarse con el líder guerrillero escondido en la selva de la Montaña Profunda, país del que el periodista es originario y del que salió gracias a su adopción por un diplomático y su mujer, sacándole de la miseria del orfelinato donde vivía con su hermano gemelo. Un psiquiatra francés y un desalmado ex agente nazi, mercenario y cruel torturador donde los halla, van a jugar un papel tan importante como el periodista y el guerrillero, sustituyendo en muchas ocasiones a lo largo de la novela al propio autor. Obra en la que personajes, tiempos y acontecimientos se imbrican ! de modo magistral y cuya trama se desarrolla entreverando pasado y presente. Una novela de intriga que no hay que desdeñar por el placer y el ensimismamiento que provoca su lectura, y también profundo horror por el excesivo y minucioso detalle de las formas más viles y crueles de la tortura, que sólo una escritura prodigiosa puede convertir en descarnada literatura para nuestro propio consuelo. Lo único que, a la postre, nos salva de la sordidez y la vesania que sólo esta especie animal ha sido capaz de inflingir al resto de especies y a sus propios semejantes.
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